Si aún tienes que perseguir clientes, tu estrategia no funciona
En MonkeyBusiness te enseñamos a cambiarla para que vendas más
El Inbound Marketing es lo que pasa cuando dejas de ser ese vendedor pesado que persigue clientes y te conviertes en la solución que están buscando.
Es la diferencia entre gritar en la calle que vendes paraguas y que la gente te busque porque está diluviando.
En MonkeyBusiness, lo hacemos tan fácil como un mono pelando un plátano: sin esfuerzo, sin rodeos y con resultados. Si tienes que convencer demasiado, es que algo estás haciendo mal.
El Inbound Marketing bien hecho (o sea, el nuestro):
Si tienes que perseguir clientes, algo huele mal.
El Inbound Marketing nació cuando la publicidad dejó de funcionar como antes. Antes, bastaba con interrumpir a la gente en la tele o en la radio y te compraban por aburrimiento. Vivíamos en la era del “cómpralo porque yo lo digo”
Luego llegó internet y los clientes se volvieron listos: ahora buscan, comparan y deciden por sí mismos. En 2005, en HubSpot vieron esto y le pusieron nombre: Inbound Marketing. La idea era simple: atraer clientes en vez de perseguirlos.
Pero en MonkeyBusiness lo llevamos más allá: no solo los atraemos, los llevamos de la mano hasta la compra sin que tengan que pensar demasiado. Como un mono que ya sabe qué parte del plátano abrir.
Nosotros no dejamos que el plátano se quede sin pelar.
Inbound no es escribir por escribir ni publicar por publicar. Es vender sin perseguir. Si el proceso no convierte, no nos interesa.
Si piensas así, vas directo a la jungla de las empresas que no venden. Un mono nunca desperdicia su comida. No está dentro de sus principios, y tampoco de los nuestros.
No todo el tráfico es bueno. Si atraes gente que no está lista para comprar, solo estás llenando tu selva de ruido.
Nosotros no escribimos contenido para llenar espacio. Cada palabra está diseñada para atraer clientes. Un mono no recoge un coco si no sabe cómo abrirlo.
Si un mono quiere un plátano, lo coge y se lo come. No analiza, no se estresa.
Todo está optimizado para la conversión. Si un lead no sabe qué hacer, el problema no es él, es la página. Lo arreglamos. Sin excusas.
Si un lead no compra hoy, lo hará mañana. Si no, se lo recordamos. Y si sigue sin hacerlo, se deja ir. Un mono no pierde tiempo con fruta que nunca madura.
Aquí no mandamos emails sin sentido, mandamos mensajes que convierten.
Si un mono encuentra fruta, no come una y se va, vuelve hasta que el árbol da todo su potencial.
Cada cliente es un ingreso recurrente en potencia. Si ya confían en ti, no los dejes ir. Fidelizar no es insistir, es hacer que volver por más sea obvio.
Cada venta es la antesala de otra.
No vendemos a la fuerza, aparecemos justo cuando nos necesitan.
Si tienes que insistir demasiado, algo estás haciendo mal.
Cada mensaje tiene un objetivo, o acerca a la venta o no sirve.
Lo que se puede automatizar, se automatiza sin perder efectividad.
Damos lo necesario para que comprar sea la única opción lógica.
Un cliente convencido recomienda tu marca, y multiplica ventas.
Nosotros prometemos ventas. No se trata de visitas, sino de compradores reales. Si tu marketing no vende, está roto. Nosotros lo arreglamos.
Nosotros buscamos conversiones. Las métricas vacías no pagan las facturas. Medimos resultados reales que hacen crecer tu negocio.
Nosotros coleccionamos ventas. No acumulamos audiencias sin sentido, convertimos contactos en clientes facturables y recurrentes.
Deja que tu negocio evolucione al siguiente nivel con Monkey Business: menos enredos, más bananas y conversiones.
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